Neuronilla con corazón.


Hoy te quiero explicar el porqué del nuevo nombre del blog.

Creo que cuando nos sentimos mal es porque nuestra cabeza y nuestro corazón no están totalmente de acuerdo. Cuando la parte racional tira hacia un lado y la emocional hacia otro. No conseguimos un acuerdo entre ellas y el conflicto entre lo que pienso y lo que siento se mantiene.

No nos conviene escojer una u otra. Atender sólo a una de ellas sea la mente o el corazón no nos lleva a ninguna solución satisfactoria. Tardemos lo que tardemos nos convendrá encontrar la manera de lograr un buen entendimiento entre las dos partes.

Es por eso por lo que ya hace tiempo me hice este símbolo; Mi neuronilla que es mi parte racional, pero con un corazoncito dentro que nunca quiero dejar de lado.

Comentarios

Maeva ha dicho que…
Pues me parece un nombre con un motivo muy bonito.
Es verdad, no podemos separar ni ignorar ninguna de las dos partes.

un beso Mercè!
alberttorracabello ha dicho que…
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Todos tenemos nuestra neuronilla.. con corazón.. ;)

A veces, aunque la dejemos un poco olvidada.. nos llama y nos hace recapacitar; haciendo aflorar lo mejor de nosotros mismos!!!

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Bon finde Mercè!!!

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Mercè ha dicho que…
Me alegro que os guste a los dos.

Espero que sea verdad y todos tengan ese corazoncito en sus neuronas.
.... Y lo sepan encontrar!!!

Un beso Maeva;
Y para tí otro Albert.
Unknown ha dicho que…
Hola, Hola
Por unir las 2 últimas entradas de tu blog, yo diría que puesto que la esperanza y el temor van unidos, para mi que la esperanza vive siempre en un rinconcito del corazón y el temor está en nuestra cabeza, en la razón. Lo difícil es mantener el equilibrio entre los 2, porque aunque la razón se impone muchas veces aún nos queda un rinconcito para soñar.
Un saludito
ROSA
Mercè ha dicho que…
En lo del equilibrio tienes toda la razón, hay que estar siempre sopesandolo "casí todo" hasta encontrar ese puntito tan importante ...... El punto de equilibrio!

En este ocasión, tengo una BUENA NOTICIA, MUY BUENA!!
La esperanza ha ganado denuevo y el miedo no ha tenido más remedio que darle la razón.

Besos;
Mercè.