Resiliencia.

Cuenta la leyenda que el Ave Fénix vivía en el jardín del paraíso, anidado en un rosal al pie del árbol del Bien y del Mal. Allí, junto a la primera rosa, nació un pájaro, de bello plumaje y un canto incomparable, y cuyos principios le convirtieron en el único ser que no quiso probar las frutas del árbol prohibido.
Cuando Adán y Eva fueron expulsados del Edén, de la espada del ángel que los desterró saltó una chispa, y prendió el nido del Fénix haciéndolo arder. En compensación, y por ser al única bestia que se había negado a probar la fruta del paraíso, se le concedieron varios dones. Siendo el más preciado el de la inmortalidad a través de la capacidad de renacer de sus cenizas.
Cuando llegaba la hora de morir hacia un nido con hierbas aromáticas, ponía un único huevo y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y tras reducirse a cenizas, resurgía de nuevo el mismo Ave Fénix, siempre únic@ y etern@.


Renacer como el Ave Fénix, volver a empezar después de una pérdida, seguir adelante a pesar de .... , recuperarse de una catástrofe. La resiliencia es la capacidad de auto regenerarse.


"La Resiliencia no es un rebote, una cura total ni un regreso a un estado anterior sin heridas. Es la apertura hacia un nuevo crecimiento, una nueva etapa de la vida en la cual la cicatriz de la herida no desaparece, pero si se integra a esta nueva vida en otro nivel de profundidad."Vanistendael.

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